
Un reciente estudio realizado por la Alianza Nacional de Ciberseguridad de Estados Unidos muestra que los integrantes de la Generación Z, nativa del mundo digital, son más propensos a caer en estafas en internet.
Su constante conexión digital los hace más vulnerables a ciberataques que sus padres y abuelos.
El estudio encontró que el 64% de los jóvenes de la Gen Z están siempre conectados, en comparación con el 48% de los millennials y el 33% de los baby boomers, esta constante conexión no solo aumenta sus posibilidades de caer en estafas, sino que también puede darles una falsa sensación de seguridad.
El estudio muestra que el 47% de la Generación Z cree que es fácil alcanzar un nivel aceptable de ciberseguridad, lo que los hace más confiados y propensos a caer en fraudes, especialmente en estafas amorosas o de robo de identidad.
Por otro lado, los Baby Boomers se destacan por ser más prudentes en la red, solo el 12% de ellos han sido víctimas de engaños en internet, y apenas el 8% han sufrido robos de identidad.
Su desconfianza hacia el mundo digital y su cautela en la gestión de contraseñas y la compartición manera de compartir información personal, los protegen de muchos riesgos online, aunque carecen de la formación en ciberseguridad de los más jóvenes, compensan con escepticismo y precaución.
La Generación Z, por el contrario, suele tener una actitud de falsa impunidad y creen tener poco que perder, lo que los lleva a interesarse menos en proteger sus datos. Una de las estafas más comunes entre ellos está relacionada con los llamados influencers.
Con información de Excelcior