
Guanajuato
Los miles de personas que asistieron a la tradicional apertura de las compuertas de la presa de la olla fueron testigos de un evento histórico. Es la primera ocasión que dos mujeres, tanto la gobernadora del estado, Libia Denisse García y la alcaldesa, Samantha Smith encabezan una tradición que se mantiene viva desde hace 275 años.
Tal y como la marca la tradición, justo a la 1:00 de la tarde, la gobernadora y la alcaldesa dieron la señal para que las compuertas del histórico vaso se abrieran. Dejó caer el torrente de agua, que con su estruendo arrancó los aplausos de las personas.
Con la música de fondo del vals sobre las olas, del autor, Juventino Rosas, el agua comenzó a caer y corrió por los sistemas de desagües y alcantarillado de la ciudad para limpiarlos. De esta manera preservar una tradición de casi 300 años y que como explicó el cronista de la ciudad se mantiene vigente, en peno siglo XXI.
“Sabemos que es una celebración que tiene que ver con la carencia de agua en Guanajuato. El Ayuntamiento de esta ciudad estableció en el año de 1741 comenzar a construir la presa, del rancho de la olla grande, esta presa se terminó de construir en 1749 y es tradición que desde 1750 se abran las compuertas, 275 años de que el pueblo de Guanajuato se reúne para ver la caída del agua y luego corría por el cace del río Guanajuato y limpiaba las inmundicias de esta población”.
Eduardo Vidaurri Aréchiga, Cronista de la ciudad
Pese al tiempo transcurrido, la tradición se mantiene vigente y al paso de los años se ha fortalecido, tanto con la participación de la gente, como de las autoridades, que juntos participan de la verbena popular que se organiza en los alrededores de la presa de la olla.
El cronista de la ciudad, Eduardo Vidaurri destacó el hecho que, pese al tiempo transcurrido, el festejo se ha fortalecido y es una tradición centenaria, en la que también participan los más jóvenes y con ello fortalecen el tejido social.
“Fíjate que la original celebración consistía en que el Ayuntamiento mandaba, a través de un vocero, un mensaje para pedirle a la gente que se quedara en sus casas, que no saliera para evitar cualquier riesgo, pero los guanajuatenses curiosos como somos, veníamos a ver, desde entonces, pues esta tradición y la participación de los jóvenes, siempre fortalece le tejido social y nos ayuda a sentirnos mejor”.
Eduardo Vidaurri Aréchiga, Cronista de la ciudad
Fue de esta manera que por un año más, esta tradición se mantiene vigente y reune a los habitantes de la ciudad y las autoridades para dar muestra de la importancia que ha adquirido.