
Desde hace más de tres años, Rusia ha mantenido una invasión constante en Ucrania. A la fecha, controla aproximadamente el 20% del territorio ucraniano, mientras se intensifican los ataques con drones, misiles y bombarderos en ciudades como Kiev, Mariúpol y Chasiv Yar.
Y aunque la situación entre ambas naciones no logra llegar a un acuerdo, Estados Unidos, el eterno “mediador” del mundo, mantiene también los ojos en estos dos objetivos. Donald Trump ha sostenido un respaldo militar a Ucrania, pues ha entregado millones de armas y sistemas de defensa aérea. También, ha coordinado esfuerzos diplomáticos con Europa para fortalecer la seguridad en el país afectado y atacado por Rusia.
Hay que recordar que en marzo, la Casa Blanca fue escenario de una horrible y tensa reunión entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y Trump. Tras este hecho, el gobierno estadounidense suspendió su ayuda militar a Ucrania. Al día siguiente, aceptaron negociar un alto al fuego temporal de 30 días, y EE. UU. reanudó su asistencia.
Este julio, Rusia lanzó más de 51 mil bombas planeadoras y casi 260 misiles, provocando decenas de muertes y cientos de heridos. Kiev declaró día de duelo tras un ataque el 1 de agosto que dejó 31 muertos, incluidos cinco niños.
Por otro lado, Trump estableció un nuevo plazo más corto: dio a Rusia 10 o 12 días desde el 29 de julio para aceptar un alto al fuego y avanzar en negociaciones. Advirtió sobre sanciones adicionales, incluidas penalizaciones secundarias a países como India o China, si no hay avances. Ante este anuncio, Kiev acogió el llamado con cautela y esperanza.
EE.UU. desplegó buques cerca de Rusia
Y si todo en este cuento parece tan tranquilo, ¿Por qué Estados Unidos desplegó submarinos nucleares cerca de Rusia?
Como todo el mundo sabe, los comentarios del presidente Donald Trump, rompen más que barreras y le acaban la paciencia a cualquier persona. Sin embargo, en esta ocasión, a finales de julio, una confrontación pública entre Trump y Dmitri Medvédev (expresidente ruso) escaló de una manera increíble. Trump fijó un plazo de 50 días para que Vladímir Putin, negociara un acuerdo de paz con Ucrania a principios de julio. Pero, el expresidente Medvédev respondió el 15 de julio a través de la red social X que a Rusia " no le importaba “.
Más tarde, Trump retomó la disputa en un evento de Truth Social el 31 de julio:
"Díganle a Medvedev, el expresidente fracasado de Rusia, que se cree presidente, que tenga cuidado con sus palabras. ¡Está entrando en terreno muy peligroso!”
Medvédev lanzó amenazas aludiendo al sistema soviético “Dead Hand” (La Mano Muerta), capaz de lanzar una respuesta nuclear automática. Luego, Trump reaccionó anunciando el desplazamiento de dos submarinos nucleares a zonas “adecuadas”, alegando que lo hizo ante la posibilidad de que esas declaraciones no fueran solo palabrería.
Llaman a la calma
Aunque pareciera extraño, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, pidió este lunes calma y control con el lenguaje nuclear. Afirmó que Estados Unidos ya mantiene submarinos nucleares en patrulla constante y que no deseaban intensificar una polémica pública. Señaló también que “en una guerra nuclear no hay vencedores” y que hay que ser “muy, muy cautelosos” con cualquier retórica sobre armas nucleares.
Y es que hay que resaltar que tan solo entre EE.UU. y Rusia, poseen más de 10.000 ojivas nucleares, albergando casi el 90% del armamento nuclear mundial. Una sola arma nuclear en la ciudad de Nueva York podría matar a más de 580.000 personas, según la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares.
¿Habrá un alto al fuego?
Por un lado, Estados Unidos sigue presionando, amenaza con sanciones secundarias y restricciones hacia terceros países que aún comercian con Rusia.
Por el otro lado, Rusia mantiene su postura de no aceptar una tregua sin concesiones significativas de Ucrania, como renunciar a la OTAN o ceder territorios ocupados.
Hay que recordar que el primer ministro británico, Keir Stamer y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, presentaron un plan para crear una coalición multilateral para ofrecer garantías de seguridad a Ucrania ante un posible alto al fuego. En esta coalición participarían aproximadamente 20 países y algunos enviarían tropas, otros equipamientos militares, inteligencia, o apoyo marítimo y aéreo.
El desafío ahora es si el acoplamiento de diplomacia activa, presión económica y coaliciones internacionales puede abrir un camino real hacia un alto al fuego, antes de que el conflicto escale aún más.