
Este martes y luego de una lucha contra el cáncer de esófago, falleció el expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica a los 89 años. El cáncer le fue diagnosticado en abril de 2024 y posteriormente hizo metástasis en el hígado.
En enero de este año, Mujica anunció que no se sometería a más tratamientos de radioterapia, por lo que fue ingresado a cuidados paliativos. Vivió sus últimos días en su domicilio a las afueras de Montevideo.
El actual presidente, Yamandú Orsi, anunció la pérdida de José Mujica a través de su cuenta de X.
“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho, Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo.”
Se había “retirado”
A pesar de haberse “retirado” y pedir públicamente que no lo buscaran para más entrevistas, el expresidente no pudo cumplir sus propias palabras. Continuó siendo parte de la vida pública y política de Uruguay recibiendo la visita de presidentes, ex mandatarios, periodistas y artistas. También se dio el tiempo de acudir a diversos mítines.
Incluso, este domingo, se celebraron las elecciones departamentales en la República Oriental del Uruguay, mismas a las que Mujica no pudo asistir. Su esposa Lucía Topolansky comentó a Radio Sarandí que ya estaba a término, haciendo referencia a su deteriorado estado de salud. “Estoy hace más de 40 años con él y voy a estar hasta el final. Eso es lo que le prometí”
¿Quién era Pepe Mujica?
José Alberto Mujica Cordano nació el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, Uruguay. Fue un activista, guerrillero, revolucionario, preso político, rehén legislador, ministro, presidente y líder mundial.
José Mujica era hijo de un agricultor español de origen Vasco y una madre de ascendencia italiana. Desde muy joven se inclinó a la política. Fue miembro del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T). Un grupo guerrillero de izquierda en los años 60 y 70 que luchaba contra el autoritarismo y la desigualdad social en Uruguay y que de hecho, él cofundó.
CNN señala que en 1970 lo acribillaron a quemarropa: recibió seis balazos y sobrevivió por milagro. Fue encarcelado, pero en 1971 se escapó. Una fuga cinematográfica: la mayor de la historia uruguaya.
Con él se fueron 110 presos en una noche del Penal de Punta Carretas a través de un túnel subterráneo. Llegaron hasta una casa lindera ubicada en el que hoy es uno de los barrios más pudientes de Uruguay.
En 1972 lo encarcelaron nuevamente y ya no pudo escapar. Pasó casi 15 años en prisión, la mayoría en condiciones inhumanas, durante la dictadura militar (1973–1985). Estuvo en aislamiento y lo consideraron rehén de la dictadura que azotó a Uruguay.
En 1985, cuando se restauró la democracia, Mujica fue liberado y se reintegró a la vida política con el Frente Amplio. Lo eligieron diputado en 1995 y senador en 1999.
El presidente pobre
Algo muy característico de José Mujica era su Volkswagen escarabajo azul, mismo que conservó hasta su muerte. Con ese auto, recorrió el país, transmitiendo sus ideas y sueños, con su peculiar manera de hablar: lisa, llana, reflexiva, que se adaptaba al público con el que estaba.
Gracias a esto, su nombre se levantó para ocupar un puesto en la presidencia en 2008, aunque muchos creían que era broma. Sin embargo, en 2009 lo eligieron como presidente de Uruguay con el 53% de los votos y mayoría parlamentaria para su partido, el Frente Amplio. Asumió el cargo en marzo de 2010.
Su mandato estuvo lleno de austeridad. Impulsó la legalización de matrimonio igualitario, la regulación del mercado del cannabis (Uruguay fue el primer país del mundo en hacerlo) y la despenalización del aborto.
Mujica donó hasta el 90% de su salario presidencial a organizaciones sociales, motivo por el cual siempre estuvo en boca de todos.
Personalidades internacionales lo elogiaron. Gracias al exmandatario, The Economist declaró a Uruguay “el país del año 2013”, por sus reformas que “podrían beneficiar al mundo”.
En 2014 lo postularon para el premio Nobel de la Paz por la ONG holandesa Drug Free Institute, por 115 profesores de la universidad alemana de Bremen y por el expresidente soviético Mijail Gorbachov, quien lo definió como un “ejemplo vívido del valor de los valores”.