Celaya, Guanajuato
La promesa que hizo Libia García Muñoz Ledo de que el secretario de Seguridad Pública, Alvar Cabeza de Vaca y el Fiscal General, Carlos Zamarripa Aguirre, no continuarían en su cargo si se convierte en la gobernadora de Guanajuato, es un buen inicio, pero debe ir acompañado de los mejores perfiles para suplirlos, señaló el obispo de la Diócesis de Celaya, Víctor Alejandro Aguilar Ledesma.
El prelado señaló que este movimiento en el gabinete de seguridad es una petición que se ha hecho a gritos desde hace tiempo, sin embargo, esto no debe ser visto como garantía de un logro para la seguridad del estado.
El obispo de Celaya comentó que junto con la decisión de remover a los dos principales actores de la seguridad del estado se tiene que pensar en quienes son las personas idóneas para estos cargos, y pidió, tanto a la abanderada por la coalición Fuerza y Corazón de Guanajuato, como a las otras dos candidatas a elegir a personas con vocación de servicio, para estos y para todos los puestos de la administración estatal.
